La enfermedad periodontal es una afección crónica frecuente en la población, siendo la etiología infecciosa de origen bacteriano la causa habitual.

La inflamación es la respuesta a la infección y los mediadores de ésta se pueden identificar en la sangre.

Sin bien los factores de riesgo cardiovascular son más frecuentes en los pacientes con enfermedad periodontal, se ha identificado a la enfermedad periodontal como un factor de riesgo independiente para sufrir eventos cardiovasculares.

De hecho, se establece que la enfermedad vascular aterosclerótica es fundamentalmente un proceso inflamatorio y se han presentado las evidencias que avalan esta relación y el posible impacto que el tratamiento de la enfermedad periodontal podría tener en la prevención de la enfermedad cardiovascular.

En cuanto a las recomendaciones de las sociedades científicas, el Dr. García ha destacado lo siguiente:

Los dentistas deberían pensar en los factores de riesgo cardiovascular cuando ven a pacientes con enfermedad periodontal, y sugerirles el control o detección (diabetes, hipertensión, etc.) de los principales factores de riesgo cardiovascular, a través de su médico de familia o cardiólogo.  Por otro lado, los cardiólogos deberían valorar si sus pacientes tienen enfermedad periodontal y remitirlos a su dentista para su tratamiento y revisiones periódicas.

La prevención de la enfermedad periodontal puede disminuir el riesgo de sufrir un evento cardiovascular.  Los enfermos con enfermedad cardiovascular deben cuidar su salud bucodental.

Se ha realizado un documento de consenso denominado “Protocolo de odontología preventiva en pacientes cardiopatas” que abarca el manejo de los pacientes con enfermedad cardiovascular y odontológica.

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